miércoles, 29 de febrero de 2012

La cuarta dimensión.

     En una película mediocre de ciencia ficción, pueden narrar los misterios de una cuarta dimensión.  Allí, los objetos desaparecen, se transforman o viajan... a lugares desconocidos.

       El armario de algunos docentes es el depósito de objetos de lo más variados e impensados.  Insectos, vegetales, cacharros, velas y peluches.  Éste último, parece ser un objeto de deseo de algunos alumnos, pese a la prohibición de tocar el armario.
      Los animales de tela, no eran de una belleza mayúscula, pero contaban con cierto ¿valor sentimental? (eran regalos de ex novias, por eso dormitaban en la base oscura del amario).  Vaya uno a saber, que en los cambios de aula, por parte de los docentes, aparecían esos peluches fuera del amario.
     Dentro de la selección de animales, había una abejita  que se alojaba entre los demás peluches.  Hubo un año, en el que un grupo de niñas, manipulaba en demasía dicho peluche.  Se les explicitó la importancia de dicho peluche y que no debían manipular más el armario.
     Ese mismo año, parece que se abrió un agujero que conducía a la cuarta dimensión, porque dicho peluche desapareció de la faz de la Tierra.
     En vano fueron las preguntas y las inferencias.  La abejita no fue vista nunca más, y con ella, se fue su uso para narrar historias...

   
    

lunes, 27 de febrero de 2012

Llamen a la policía.

     El "hombre" es un ser social, por ende, tiene una necesidad de un Otro.  En ese compartir cotidiano, se producen conflictos, sea el grupo que sea.  Una familia, amigos, compañeros, todos son grupos  se suceden distintos conflictos.   El conflicto es inherente al ser humano.
    En la escuela encontramos muchos grupos.  Basta con modificar un solo miembro del grupo, para que éste cambie radicalmente.  Cuando un elemento sale o ingresa, el grupo pasa a ser un sistema nuevo.
     Todas las mañanas se subía al micro para llegar a la escuela.  Todas las mañanas, se peleaba con alguien. Todas las mañanas pasaba lo mismo...
      Las peleas no sólo ocurrían en el micro, también se desarrollaban en el aula, en el patio, en cualquier lugar.  La situación se estaba volviendo tediosa, y frente a las distintas negociaciones (en una negocición, ambas partes tienen que ceder, sino es otra cosa) ninguna parte cedía en su postura.
    Charlas unidireccionales, reflexiones inexistentes, posturas cerradas, todo hacía imposible llevar a buen puerto el conflicto.
     La tensión llegó al máximo, cuando en una pelea en el micro, una "delincuente" de ocho años molestó en demasía al otro niño.  Como la acumulación de conflictos había llegado a su cúspide y aconteció fuera de la escuela, la familia optó por hacer la denuncia policial.
    Obviamente, la "delicuente" no fue presa ni fue condenada a la guillotina.
Si bien, los sucesivos conflictos bajaron en cantidad, la tensión en los distintos grupos no bajó jamás, pese a la "intervención" de la justicia.
  

domingo, 26 de febrero de 2012

Profe, no hay papel.

     Según las etapas del desarrollo de un niño, a cierta edad desarrollan ciertos "diques" que ayudan a contener el desenfreno pulsional.  Algunos de ellos son el pudor, el asco, la vergüenza, etc.
    Gracias a estos diques, nos ubicamos en tiempo y espacio y no hacemos lo que nuestro inconsciente desea.  Por ejemplo, no  andamos corriendo desnudos por la calle. (Gracias a internet, este es un mal ejemplo, ¿no?)
     Cuando se explica un tema nuevo, se intenta que nadie salga del aula, pero con niños muy pequeños , se dificulta bastante. 
      Había pasado la mitad de la explicación del tema nuevo y Sery estaba muy urgido de ir al baño.  Para evitar una catástrofe, se le permitió que se dirija allí.
      Pasaron diez minutos y se escuchó un golpe en la puerta, a lo que los alumnos y docentes gritaron - Adelanteeeeee.  Pero no hubo respuesta alguna. 
      El docente siguió con la explicación pero nuevamente fue interrumpido.  - Knock nock.
- Adelante - gritaron más fuerte al unísono alumnos y docente.
     Pero nadie contestaba ni se observaba un movimiento del picaporte de la puerta.
     Al continuar con la explicación, la puerta sonó nuevamente.  Esta vez, el docente cansado de que no contesten, se acercó a la puerta y abriéndola abrúptamente manfestó - Pero ¿quién es el que golpea la puerta y no abreeeeeeeeee?
    Al abrir la puerta de par en par, se encontró con Sery, el niño que había pedido ir al baño.  Se encontraba parado frente a la abertura, con los pantalones y calsones bajos y el dedo índice levantado.

     Los compañeros de Sery, al principio se quedaron mirándolo sorprendidos.  Luego, las reacciones fueron muy variadas.  Algunos comenzaron a gritar que estaba desnudo, otros se taparon los ojos o  rieron por la ansiedad.
     El maestro, intentando cubrir al niño, se puso delante y cerró la puerta.  Una vez fuera del aula , el infante manteniendo  su dedo levantado, manifestó:
- Profe, no hay papel.

sábado, 25 de febrero de 2012

Te voy a castrar.

    Entre los tres y los cinco años, los niños entran en una etapa denominada por Freud como fálica.  Allí, finaliza el complejo de Edipo (siendo muy sintéctico, cuando el nene se enamora de su mamá/el nombre se lo da la la tragedia, emparentada con el complejo) gracias a la castración (fantasía de que le cercenan una parte del cuerpo, puntualmente el pene).
    Para que se produzca la castración, debe haber una figura que actúe como "catalizador" en la mente del niño, y éste puede ser, un padre, un tío, un amigo de la familia o un maestro...
     Había sido una semana complicada para Ion, un niño de primer año de la ex primaria.  Cada vez que se le llamaba la atención, se remitía a mirar al docente y con una de sus manos se sujetaba el miembro.
      
    Se le manifestó la preocupación a la mamá y ésta comentó, que el comportamiento se repetía en la casa.
    Al día siguiente del encuentro con la madre, Ion empujó a un compañerito para salir primero del aula.  Nuevamente se le llamó la atención y otra vez, comenzó a agarrarse el pene.  Mientras el docente realizaba su discurso sobre un buen desplazamiento en el aula, observaba cómo seguía tomando su miembro y cambiando el tono de voz le dijo - (...) y dejá de agarrarte el pito porque no te lo voy a cortar...
    Se produjo un silencio incómodo y el niño, mirando atónito a su docente, se quedó en silencio.
    A partir de ese día, la conducta del niño mejoró notoriamente, en la escuela y en la casa.

jueves, 23 de febrero de 2012

Censo

    El censo, fundamental para un país, ya que con sus datos, sirve para planificar y organizar muchas cuestiones inherentes al estado.   Es un suceso que se realiza en casi todos los países y el mismo,  ocurre cada diez años y dentro de las décadas terminadas en cero.
    En Argentina, el primer censo se realizó en la presidencia de Sarmiento, pero no siempre se respetó la concreción del mismo, en el lapso de tiempo estipulado.
    El Estado Argentino, para llevar a cabo la tarea de censar, se nutre de los docentes.  Éstos, recorren casa por casa para realizar las preguntas pautadas por el INDEC. 
    Era la primera vez que participaba de un censo y la experiencia, hasta allí, había sido muy divertida.  Faltaba una casa para terminar la cuadra y realizar un parate para poder comer.
    Al no encontrar timbre, decidió aplaudir.  Cómo no salió nadie, decidió entrar y golpear la puerta de entrada.  Intempestivamente, se abrió una puerta y apareció una señora mayor.
   El censista se presentó a la señora y le manifestó que le iba a realizar algunas preguntas.  La mujer, miraba extrañada y comenzó a preguntar quién era.  El docente, nuevamente comenzó a explicar y quién era y qué estaba realizando.
     Lentamente, la cara de la anciana se fue transformando y con una escoba en  mano, comenzó a amenazar al censista, en una lengua extraña (más adelante se enteró que era ukraniano).
        Cuanto más se acercaba el docente, la anciana se ponía más furiosa.  Hasta que la escoba rozó el cuerpo del maestro.  Nuevamente quiso pegar al censista, pero éste, con unos reflejos de lince embalsamado, velocidad de chita avejentada, fuerza de rinoceronte rengo pudo controlar la situación y le arrebató la escoba.
        La señora, ya sin escoba, entró rápidamente en su casa para espiar al censista desde su casa.  Ni el rudimentario inglés, ni el paupérrimo francés hicieron salir a la señora de su hogar. 
       Un señor, que observó al situación, muy jocosamente se acercó al docente para contarle que la señora había escapado de ukrania y siempre era muy temerosa.  Se acentuó más ese temor, desde que había fallecido su marido.
        Un sentimiento de culpa invadió al cruel docente.  Dejó la escoba apoyada en la puerta, para irse a comer con el resto de sus compañeros.  Cuando continuó el recorrido, le dejó una florcita en la la columna de entrada, alivianando un poco la culpa por el mal momento acontecido.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Dimitriv Popov

     Un recurso poco utilizado pero muy efectivo para la motivación de una clase, es cuando el docente se disfraza de algún personaje, para desarrollar un contenido.
     Este docente le gustaba disfrazarse (No, no es travesti) y entre los personajes que había creado, su preferido era Dimitriv Popov.
     La primera vez que lo utilizó, fue cuando estaba realizando sus residencias en una escuela, donde la práctica docente era dicícil de afrontar. 
     Ese día había faltado la docente de quinto y sexto, por ende, la directora repartió a los niños en los distintos cursos.  El maestro, se encontraba en tercero preparando todo para la clase.  El contenido era "productos elaborados" y para motivar al grupo a realizar las propuestas, decidió darle vida al desconocido mago ruso, Dimitriv. 
    Grengor no esperaba encontrarse con un auditorio tan extenso y de edad tan variada (los niños de sexto, algunos tenían 14 años). Si lo hubiese sabido, era probable que suspenda la clase, pues la suposición llevaría a pensar que un mago ruso no era atractivo para niños tan grandes.
     Dimitriv era un mago que era un desastre, pues no le salía un solo truco y siempre recibía silbidos de desaprobación.  Aunque hubo un truco, en el que cortó y separó la cabeza de un niño, que recibió una abalancha de aplausos, incluso el difícil público adolescente.
    Usando trucos falibles, quería demostrar que la magia no existe, y que muchos productos que utilizamos, llevan un proceso de elaboración considerable.
     Faltaba el último truco y la frustración era tal, que jamás pensaron que lo que verían cambiaría sus vidas (hay que darle emoción).  Una caja de zapatos fue ubicada en el piso, se la abrió y se le pidió a una niña que le ponga harina.  Se la cerró y  tapó con una sábana para luego realizar la danza de Pagada  (Es la danza de la pavada, pero si les decía pavada, perdía el misticismo).  Luego, se sacó la sábana y mientras todos esperaban que el truco fracasara nuevamente, cuando abrió la caja, salió una flauta de pan francés.

      Todos miraban atónitos  (incluso la maestra titular que estaba más copada que los niños) y no entendían cómo el maestro ese,  hizo magia cuando  realizaba fracaso tras fracaso.
      Dimitriv hizo reapariciones, pero como toda huella mnémica (recuerdos de un pasado), ¿todo tiempo pasado fue mejor?
    
    

No te caigas.

    Los accidentes ocurren y son bastante frecuentes en las escuelas.  Hay algunos que terminan en una simple caída y otros en alguna situación bastante más grave.
     Las escuelas que cuentan con escaleras, deben prestar mayor atención al desplazamiento sobre este tipo de accesos, a los distintos pisos de la institución.
      Cuando el docente baja con sus alumnos, lo ideal sería ir mirando de frente cómo se desplazan, para anticipar el movimiento de algún niño que baje de manera incorrecta.
      Siempre se hallaba delante de su grupo y realizaba el mismo movimiento para bajar las escaleras.  Se ubicaba a cierta altura de la escalera y se daba vuelta para observar cómo bajaban los alumnos. 
       Cierto día, cuando bajanban los alumnos por la escalera, una niña decidió darle un ¿abrazo? (Quiero creer que fue eso) y el docente, que no se percató de la intención de la niña, perdió el equilibrio, rodó por las escaleras y cayó al piso.


     Luego de la sorpresiva caída, se levantó rápidamente, a pesar del golpe que recientemente se había dado.  Dirigiendo su vista  hacia las escaleras,  observó que la niña lloraba desconsoladamente y no se había movido de su lugar.  Allí "nació" uno de los grandes interrogantes del Universo "¿Por qué carajo lloraba a la nena si el que se había caído y golpeado la pierna era el maestro?"

martes, 21 de febrero de 2012

El peluquero

    En las etapas iniciales escolares, los niños comienzan a manipular distintos objetos, entre ellos la tijera.   Éste objeto llama mucho la atención de los infantes, pues es un objeto rotulado como "peligroso", por algunos adultos.  
    No es el único objeto catalogado de esta manera, pues el punzón (hoy ya casi no se lo ve, pero es una herramienta fundamental para la motricidad) y el compás gozan de las mismas características.   El por qué radica en su filo o punta que puede llegar a producir daño al otro.
     Había pasado la primera semana de clases,  y era el momento de comenzar a manipular la tijera.  Tingo, saco su instrumento cortante y comenzó a mirarlo con cierta fascinación.   A partir de ese momento, el niño se perdió en un mundo desconocido.  El niño entró en la dimensión ... desconocida.
    No escuchaba nada, sólo quería utilizar la tijera y probarla en distintos objetos.  Inicialmente, sus primeras víctimas, fueron unas revistas.  Luego, lo sufrieron hojas, papel glasé y el alfabeto que se les había dado en los primeros días de clase.
     Se le llamó la atención y recién ahí, su mente volvió al planeta Tierra.  Se le pidió que deje la tijera un ratito dentro de su cartuchera, para luego retomar su manipulación estando más tranquilo, pero esto duró unos instantes.
    Cuando el docente se encontraba ayudando a una niña, se escuchó un -Nooooooooooooooo, mirá lo que hizo - de una voz femenina.
    Intuyendo lo peor, lentamente se dio vuelta, para encontrarse a un niño llorando.  Al observarlo bien, se percató que le faltaba un mechón de pelo importante.
    Greno, el maestro de Tingo, realizando un acto desesperado y tonto a la vez, tomó el mechón de pelo del niño y lo intentó ubicar en su lugar (siempre se hace esa pavada de ubicar las cosas rotas en el lugar que correspondía vaya uno a saber por qué).
      El daño ya estaba hecho y Tingo se quedó sin una parte de pelo en su cabellera.  A partir de ese momento, el uso de la tijera por parte del niño fue mucho más medido y tranquilo.
    

lunes, 20 de febrero de 2012

Comprame una Barbie

     Todos los seres humanos somos distintos, cada uno cuenta con cualidades que lo hacen únicos e irrepetibles.    Algunos son más pensantes, otros más jocosos, etc.  Particularmente, me genera mucha simpatía las personalidades con muy buen sentido del humor o que desarrollan el altruísmo.
     Gratón no era un alumno que llamaba mucho la atención del grupo, pero siempre tenía salidas muy lúcidas en tiempo y forma.  No se desubicaba con los comentarios y tenía la facilidad de ponerse en el lugar de lo que estaba pensando el otro .
       Una mañana, el grupo se encontraba realizando un paseo por el barrio.  No era un grupo muy numeroso, así que se podía recorrer y realizar explicaciones pertinentes a lo que se iba observando.
      Pasando por un kiosco bastante completo de la zona, el maestro vio a Gratón y comenzó a decir en voz alta - Basta, no te voy a comprar una Barbie.
      Los demás niños miraban atónitos, pero Gratón se percató de lo que acontecía y redobló la apuesta , gritando fuerte - Dale profeeeee, dejame comprarme una Barbie. ¿Sí? Daleeeeeeee.  Mi mamá me deja. Dalee.

       Una señora miraba a cierta distancia lo que acontecía y frenó su marcha para corroborar lo que sus ojos veían.
      - Basta, Gratón.  No vas  a comprarte la muñeca.  Vamos. Vamos.
       La mitad de sus compañeros se reía y la otra mitad no entendía qué ocurría.  A la señora que miraba, se sumó un señor que también caminaba por allí.
      Gratón se tira el piso y comienza a hacer que lloraba, mientra gritaba que quería una Barbie y que por favor, se la compren.
       La señora que había frenado inicialmente, se fue vociferando que la juventud estaba perdida y su cabeza desaprobaba lo que sus ojos veían.
        La vuelta a la escuela se realizó entre risas y explicaciones de lo acontecido en el paseo. 
     

domingo, 19 de febrero de 2012

Un cuento narrado

    Un recurso muy interesante para trabajar en el aula, es la narración de cuentos.  La atención de aquellos que escuchan el relato se mantiene tan alta, gracias a las características únicas de éste.
     Grenwich siempre trataba de utilizar recursos novedosos, no para llamar la atención del grupo, sino porque se aburría muy fácilmente.
     Algunos años atrás, había narrado cuentos de terror para sus alumnos de primer año, utilizando el pizarrón como apoyatura.
     Ese año era titular de un grupo con el que tenía mucha simpatía.    Es muy complejo el trabajo, cuando el grupo no "ayuda", siendo contraproducente para ambos.  Este curso, siempre apoyaba cualquier pavada que hacía Grenan, sin importar que sea aburrido, divertido o totalmente ilógico.
     Una conflictiva que se había suscitado el día anterior, hizo reflexionar sobre cómo abordarla con el grupo.   Grenan consideró pertinente, que sería muy bueno narrar un cuento y luego utilizarlo para compararlo con lo vivenciado con el grupo.
      Dado que había una problemática importante, y no había tiempo de escribir un cuento, decidió tomar un texto que ya conocía: El conde Lucanor, de Don Juan Manuel, el cuento "De lo que le sucedió a un hombre que se casó con una mujer muy brava". (o algo así)
     Para el que no conoce el cuento, es un poco sangriento, pues el personaje principal, mata algunos animales para demostrarle a su flamante esposa, que si no hacía lo que él quería, también le iba a ocurrir lo mismo.
    
        Usando unos peluches que tenía en su armario, comenzó la narración.  Parece que el grupo no estaba preparado para "semejante" relato o el docente se excedió en sus ademanes y teatralizaciones, porque los niños se miraban unos a otros, intentando comprender lo que estaba haciendo el personaje que se encontraba frente a ellos.  Eso no le importaba a Grenan, pues seguía como si nada, revolcándose por el piso, pegándo patadas voladoras y demás movimientos.
         Cuando terminó de narrar, un silencio atróz azoró el lugar (y eso que el grupo comenzaba a entrar en una etapa donde el bullicio es una características de la edad).   En vez de ser un detonante, el cuento se transformó en un paralizante, impidiendo elaborar la problemática emergente.
          Se optó abordar la dificultad de otra manera.  Los cuentos narrados, quedaron para el futuro, pero siempre teniendo en cuenta, la cara de sus interlocutores.

sábado, 18 de febrero de 2012

Preservativo que no preserva.

    Cuando uno encuentra una realidad, donde la ignoracia golpea bajo, la capacidad de sorpresa no desaparece y las ganas de cambiar "el mundo" se acentúa con mayor intensidad.
    Una de las situaciones que me ha llamado tristemente la atención,  ocurrió en un barrio de escasos recursos, cuando realizaba un trabajo de campo.   Una de las cuestiones que requerían la búsqueda de información era sobre el control natal y las enfermedades de trasmisión sexual.
     En general, no había mucha conciencia sobre las distintas formas de controlar la natalidad, y si la había, no era algo a tener en cuenta en el momento del acto sexual.
     Un matrimonio, con una diferencia de edad significativa (30 años le llevaba el marido a su mujer), tenían siete hijos. La madre de los niños, desde hacía algunos meses, anhelaba controlar su fecundación.  Sabía la existencia de un elemento muy efectivo y que podía ser conseguido fácilmente en cualquier hospital o salitas de salud.  La conversación llevó a suponer que se trataba del elemento de látex descartable.
   La charla prosiguió y se pudo saber, que la mujer, no salía mucho de su casa, ni siquiera para realizar algún paseo.   Era una persona que sabía tejer, incluso con agujas de crochet, donde se destacaba en demasía.
   Para demostrar sus dotes con la aguja, se ofreció a buscar algunas de sus creaciones.  Cuando trajo las mismas, una de ellas llamó la atención por su forma y tamaño.
      Cuando se le preguntó sobre éste, ella manifestó que era el preservativo que usaban desde hacía varios meses, al cual lavaba para mantenerlo en condiciones y ser reutilizado.

viernes, 17 de febrero de 2012

Te saco el hipo.

     El hipo,causado por una irritación del nervio frénico, que actúa sobre el diafragma  y produce contracciones espasmódicas involuntarias y repetidas de éste, seguidas de cierre súbito de la glotis, impididiendo la entrada de aire, lo que produce los sonidos característicos (el famos hip, hip).
     ¿Quién no ha sufrido de este movimiento involuntario?  Existen varios "remedios" caseros que ayudan a aliviar a éste.  Beber agua, contener la respiración, asustar a la persona, respirar en una bolsa de papel, etc.
(Leí una vez, sobre un señor que tuvo más de sesenta y nueve años seguidos hipo, pero su fuente es dudosa)
     Para aliviar al hipo, se debe mantener niveles altos de anhidrido carbónico, y algunos de esos remedios ayudan a que el cuerpo, vuelva a su estado normal.
     En una clase, estaban todos trabajando de manera muy tranquila y silenciosa, hasta que un sonido interrumpió el silencio.  - Hip hip.
     La risa se hizo presente y se tuvo que buscar alguna solución para el hipo de la niña.  Se la mandó a que tome agua fresca y regrese a clase.  El resultado fue infructuoso y se tuvo que buscar otra alternartiva, pues el sonido era muy fuerte y la risa iba en aumento.

     Se les pidió que todos sigan trabajando.  Los niños se acostumbraron al sonido y siguieron trabajando.  Cuando el tiempo de concentración fue alto, el docente totalmente desbocado y fuera de sí, comenzó a gritar imprevistamente - Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

    El hipo no se fue, pero faltó poco para que alguien tenga un infarto en plena clase.

Fuente: http://grageas.com.ar/hipo.html

jueves, 16 de febrero de 2012

La Power Tower

     No hay nada que tenga comparación  con la inocencia del niño.  Sus creencias, que en muchas ocasiones rozan con lo místico y mágico, inspiran mucha ternura.
       En un viaje de estudios, una niña había llevado su cámara de fotos con rollo (¿hoy una reliquia?), para retratar los distintos momentos que ocurrieron en el mismo. 


     Luego de sacar varias fotos, parece que el contador de fotos, quedó trabado en el número 35, siendo el máximo de 36  (es probable que los rollos cuenten con una o dos fotografías de más).
     Al tiempo, se realizó otro viaje de estudio, pero el que tenía la posilidad de viajar, era el hermano de la niña.  Keko, el hermano de la joven, había traído la misma cámara que su hermana y con el mismo rollo trabado en la fotografía 35.  La familia, previniendo que el rollo se gastaría, le dio otro de repuesto.
     El niño, en su afán de retratar todo lo que iba viviendo, le pidió a un docente que le saque una foto.  Éste, que había acompañado a la hermana, sabía lo acontecido con la cámara.  Le sacó la foto y le dijo que cambie el rollo porque ya se había acabado y no saldrían más fotos.
    Keko hizo caso omiso a la recomendación y siguió sacando fotos.   Se sacaba con fotos con todos sus compañeros, en distintas posiciones y situaciones.  Era tan generoso, que le prestaba la cámara a sus compañeros para que éstos tengan un recuerdo de sus vivencias.
     El docente, le preguntó quién lo había ayudado a cambiar el rollo, porque no lo había solicitado a éste.  El niño manifestó que aún tenía el mismo rollo, pues, el indicador estaba en 36 y todavía seguía moviéndose.  El maestro intentó explicarle que el rollo se había trabado o ya se había desenganchado, pero fue en vano, el niño seguía afirmando que su rollo aún sacaba.
     Parecía una cámara mágica, porque el niño sacaba y sacaba fotos por todos lados y a todo lo que se movía. Nunca se supo qué fotos salieron de ese negativo, pero lo que sí se supo, es que nació un nuevo mito y es el de la cámara de rollo eterno, denominada la "Power Tower".

miércoles, 15 de febrero de 2012

Cuidado con las bromas.

    Según la neurociencias, una disciplina que se nutre principalmente de la neurología y biología, un factor que puede incidir positivamente en el aprendizaje, es el humor.  Pero no siempre todo chiste o broma es efectivo.  A veces, dada la historia individual, la broma se transforma en algo negativo y pierde el efecto deseado.
     Es importante diferenciar, el reírse "del otro" que reírse "con el otro".  Obviamente, en un grupo, el último es es que resulta positivo.
     En un armario, había una colección de arañas que habían traído algunos niños, en su afán de observar con mayor detenimiento, esos seres peludos que inspiran mucho respeto.  Uno de los maestros, sabía que estos arácnidos, inspiran mucho miedo en los niños.
      Para jugar una broma, hacía que abría el frasco y que le pasaba algo que hacía caer al temido ser.   Con mímica y con ayuda de algunos niños, estas bromas generaban una ola de pánico que alborotaba cualquier clase.

     La primera vez que realizó esta broma, obtuvo el resultado esperado: una psicosis colectiva.  Vaya uno a saber, pero al tiempo apareció una araña de telgopor con hilitos negros, brindando un parecido importante con las de verdad.
       Era una mañana tranquila y habían terminado una evaluación de naturales.  Para distender un poco al alumnado, se sacó la araña que estaba en el frasco y la comenzó a observar.   Obviamente, todo el grupo miraba al arácnido.
     Luego, guardó la araña en el armario y sacó otro frasco vacía, al cual le agregó la araña inerte.  Caminó algunos pasos e inventó un tropezón con una mochila.  El movimiento brusco, hizo volar la araña falsa por los aires, generando otra psicosis colectiva mientras el "bicho" se encontraba en el aire (sí, como Matrix).
    La falsa araña cayó en el pelo de una niña, que se quedó petrificada.  Todos rieron, pero la niña no.  Se le avisó que era la araña de mentira, pero igual seguía dura.  Se le pidió que saque el juguete, pero no había respuesta, seguía rígida como una piedra.
     Se le sacó el invertebrado y recién ahí pudo volver a moverse con tranquilidad.   Cuando se le preguntó qué le había pasado, la nena contó que era tal el miedo que le tenía a las arañas, que aunque fuese de mentira, igual les tenía miedo.
     Moraleja:   Mucho cuidado con el tipo de bromas que se hacen.


martes, 14 de febrero de 2012

Grenan, encantado.

     Las muletillas son palabras o frases que se repiten constantemente  en el discurso de un sujeto. No todas son iguales, aunque algunas tienen el efecto "contagio" y algunos sujetos de un mismo sistema, comienzan a reproducirlas indiscriminadamente.
     El "Boludo", propio de la cultura Rioplatense, es una de las muletillas más pegadizas y que el extranjero, quiere copiar rápidamente (aunque lo hace horrible).  También el che, loco, ehhhh, ¿viste? son otras muletillas muy difundidas, principalmente en los adolescentes.
    Una vez que se "inserta" la muletilla, es muy difícil erradicarla, pues es un hábito.  El sujeto no se da cuenta de lo manifestado o es demasiado tarde para "borrar" lo manifestado.
     Últimamente, las muletillas que se vienen escuchando son "¿Cómo se dice?, "nada" (¿cómo nada?, me decís algo) y pene.
    Giuni, no era una niña que conversaba en demasía, pero le gustaba realizar algún comentario hacia su docente.  Todos tienen que aportar algo, no importaba que eran las siete y media de la mañana.
    Ésta niña, Giuni,  contaba con una muletilla muy de moda y difícil de erradicar "¿Cómo se llama?". No era una muletilla que aparecía poco en su discurso, sino que era una constante que se mantenía en cada oración.
    Tan significativa eran sus apariciones, que se decidió, a modo de juego contestar a la muletilla, cada vez que aparecía.
   - Profe, ¿cómo se llama?, eh - iniciaba la conversación la niña.
  - Grenan, encantado - rápidamente manifestaba interrumpiendo a la niña.
   Al principio quedaba descolocada porque respondía a la pregunta que en realidad, no había querido realizar conscientemente.
  -  Profe, ¿cómo se llama?... nuevamente repetía la oración.
  - Grenan, encantado...
    La cara de la niña se fue transformando y comenzaba a percatarse que tenía que frenar esa muletilla, sino seguiría ocurriendo lo mismo.

    Con un esfuerzo mayúsculo, pudo terminar la pregunta, pero cuando quería continuar el diálogo, la muletilla irrumpía nuevamente.  El maestro, contestaba volviendo a interrumpir a la niña,   generando tal fastidio, que desistía de seguir la conversación.  Lejos de dejarla que se marche, se la instaba a que se tome más tiempo para pensar lo que iba a decir, así erradicaría la muletilla.
     Los primeros días, se contaban las muletillas con su consecuente respuesta, para dejar una marca de veintitrés manifestaciones.
    Luego de varios días, la muletilla se hizo menos intensa, para aparecer una vez en un diálogo no muy extenso.
   
 
     

domingo, 12 de febrero de 2012

¿Qué te pasó en la cara?

    Cuesta creer, pero a la gente le extraña ver por la calle, a un sujeto con una sonrisa de oreja a oreja. Parece que todos vamos deambulando como zombies (entonces eran ciertas las películas Resident Evil y 28 días) sin importar lo que acontece a nuestro alrededor.
    Hacía poco que  se había incorporado al colegio y para no perder la costumbre, irrumpía en la institución con una sonrisa enorme.  Gran cantidad de músculos faciales se movían para mover semejantes labios de inconmensurable volumen.
    Cierto día, una niña de su escuela vio ese rostro iluminado por la sonrisa y le llamó la atención.  Se acercó y tras observarla un rato pronunciado, tomó valor y le preguntó:
- ¿Qué te pasó en la cara?
-   ¿Dónde? - Preguntó la maestra.
- ¿El viento te estiró la cara?
-  ¿? - No llegó a comprender lo que la niña quería saber y se remitió a mirarla.
    La niña quedó callada mirando la luz que cada vez era más intensa. La docente, se percató que a la niña le había llamado la atención, era la sonrisa.  Parecería, que en el espectro dónde pulula la niña, los adultos no tienen permitido reírse.
     Más triste aún, cuando ésta docente no era la de primer año, pues la niña ya contaba con una historia escolar importante.


sábado, 11 de febrero de 2012

¡Pero qué linda letra!

     En general, los docentes cuentan con muy linda letra.  Carteles, notas, cartas, diplomas etc., son confeccionados con una calidad digna de cualquier calígrafo profesional.
     El resto, trata de disimular esas falencias, con recursos tales como
- Jaimito, pasá a escribir al pizarrón.
- Uh, justo había un terremoto.
- Dicto - Pero profe, copialo. - No, dicto.
-Profe, que letra horrible. - No me importa, copiá.
- Etc.
      Cierto día, mientras los niños realizaban una evaluación, el docente copió algunos ejercicios en el pizarrón. Ya le habían avisado, que ese día venía de visita la inspectora, pero no le preocupaba mucho, pues había sido profesora suya en el instituto dónde realizó sus estudios.
       Había terminado de escribir todas las actividades y se remitía a deambular por el aula, para ayudar a los niños que presentaba dificultades (la mayoría eran porque no entendían qué decía en el pizarrón). Nunca se caracterizó por tener una letra armoniosa y menos, que la oración siga una trayectoria recta sobre un renglón imaginario.
      Una niña se paró para tirar un papel, y tomó una tiza para realizar un par de líneas en el mismo (el pizarrón es un objeto de fascinación), cuando irrumpió  la inspectora.  La niña, rápidamente se sentó y la autoridad comenzó a preguntar a los niños.
     Entre todas las cosas que manifestó y preguntó, lo único que pudo recordar fue una frase muy significativa:  - Qué bien, hasta los alumnos se apropian del pizarrón y ayudan a escribir las consignas.
    La deducción llevó a pensar, que la señora vio a la niña con la tiza y que ésta había escrito la consigna (la niña tenía 8 años).

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Te acompaño?

    Cada tanto, una de las maestras aparecía con alfajorcitos, masitas y muchas cosas de las denominadas ricas.  Obviamente, éstas delicias eran compartidas con sus compañeros y familia.
    Muchísima generosidad por parte de esta maestra, hasta que fue descubierto su oscuro secreto.  No compraba esas vituallas que gustosamente compartía, eran regaladas por un muchacho que se topaba con ésta señorita.


     El joven cabalgaba su corcel de acero y transitaba  las calles del barrio, buscando clientes al cual vender toda clase de productos de panadería.  Éstos eran confeccionados en un hogar que albergaba jóvenes de diferentes carácterísticas.
     Un nuevo hábito se había sumado en el último tiempo, y era el de toparse a una maestra que circulaba siempre en el mismo horario.  Alfajorcito de acá, galletita de allá, la ternura que le inspiró los gestos del muchacho hizo que la docente  jamás dudara de sus intenciones.
     Cuando se percataron sus compañeros (no se dieron cuenta nunca, hasta que lo contó), le manifestaron que tenga cuidado, pues no conocía bien al muchacho ni sus intenciones.  A lo cual, la docente manfiestaba que era un chico bueno y que no estaba en pleno uso de facultades mentales (aunque obviamente eso no va a restringir los impulsos de un ser humano, pero la fantasía de que eso no ocurre es común).  Ella pensaba, que el muchacho  jamás se iba a animar a decir algo y por ende, no tendría que pasar por la incómoda situación de rechazar a un Otro.
     Tuvo que pasar un mes para mostrar su verdadera intención.  Esa mañana, se peinado aún más el pelo y salió más temprano que de costumbre.  Esperó en la esquina donde siempre se encontraba a esa señorita, hasta que la divisó.  Se acercó con su bici y realizó la invitación a salir.  Cómo obtuvo una respuesta negativa, le pidió si podía ir  a la "vueltita" para conversar un "poquito" (Uf, menos mal que no estaban conversando ahí. ¿O sí? Uia, me confundí). 
      Adujo la primer excusa que se le vino a la mente - Me esperan en el trabajo. Tengo que entra.
      Al poco tiempo, no se la vio ir más por ese lugar. Así que ahí terminó el corto romance unidireccional (Romance unidireccional= es cuando se está de novio con una persona, pero esa persona aún no lo sabe y si lo sabe, no importa).




jueves, 9 de febrero de 2012

Mentirita piadosa.

     Los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento y espacio.  Por ende, la escuela no está excluida de dichas desgracias.
     Cuando un niño se lastima, lo primero que se debe hacer, es  asistirlo.  Es muy probable, que se encuentre muy asustado, más si el infante observa sangre.  Aunque sean unas gotitas, la sangre desemboca automáticamente en el llanto.
      Una de las lesiones más feas, es cuando un niño se fractura de una manera muy notoria (yo me fracturé y no me creían, snif).
    El dolor se hace insoportable y el llanto se hará presente.  Por ende, es fundamental llevar tranquilidad al niño.
    Lwan bajaba la escalera tomado de la baranda de la escuela.  Uno de sus cordones estaba desatado y cuando lo pisó con la otra pierna, cayó al piso.  El llanto se hizo presente, y se lo intentó tranquilizar.
-  Quedate tranquilo, no pasa nada- decía la voz amiga.   - ¿Te duele el brazo?-
- Aiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa- vociferaba el infante.
- Mirá, te golpeaste un poquito, así que vamos a poner un poco de "agua" (Sí, la milagrosa) y ya va a pasar. Vas a ver que no es nada.  Un golpecito pequeñito. -decía la voz que lo asistía.
     A medida que hablaba, intentaba ver la zona afectada. Cuando la divisó, su cara fue muy locuaz:

   Los ojos de Lwan se posaron en  la cara de su asistente y el llanto se hizo más pronunciado.  El docente comenzó a utilizar diminutivos indiscriminadamente para ¿aliviar el dolor?.
     Increíblemente, después un tiempo, logró tranquilizar al niño.  Luego, llegó la ambulancia y terminaron de asistir al niño.
    Al  los dos días, volvió al colegio con un yeso reluciente y en pleno proceso de recuperación.


miércoles, 8 de febrero de 2012

La pastillita

    Algunas personas con NEE (necesidades educativas especiales) aprenden por imitación.  Muchas veces, hacen lo que ven en distintos ámbitos y lugares.
      Por ejemplo, Juny, a priori, parecía que no se movía para nada. Pero si uno hacía algo, como llevar una taza de un extremo a otro, este podría llegar a hacerlo pero respetando sus tiempos.  No iba a llevar la taza cuando la otra persona quisiera, sino cuando él decidía y cuando no lo veían.  Si uno dejaba la taza, se iba a trabajar con otros compañeros, al rato se iba a encontrar con la taza ubicada en el lugar donde se le había mostrado.
     Hay situaciones cotidianas, totalmente normales que pueden aparejar situaciones alarmantes.  El consumir alguna pastilla, comer chicles, etc. son situaciones comunes. Toda persona probó alguna vez alguna pastilla, ya sea golosina o remedio.
    Colos, un adulto con NEE, con oralidad casi nula y un vínculo pobre con el medio.  Seguramente, en su vida,  habrá consumido alguna pastilla de golosina, remedio o lo que sea. Por eso, hay que tener mucho cuidado con lo que se deja y dónde se deja.
    Esa mañana, parece que Colos, tomó una pildora de su casa y se la llevó a la boca.  Nadie en el hogar se había percatado de lo que había acontecido y por ende, concurrió a la institución en la que participaba a diario.
     Cuando llegó a la institución, caminó algunos metros y los tutores se percataron  que tenía una erección.  Pasaba el tiempo y ésta no bajaba.  Al cabo de un tiempo, se llamó a la ambulancia porque podía ser peligroso ya que la misma, seguía manteniéndose con la misma intensidad inicial.   También se llamó a la familia para avisar lo ocurrido.
     Para los doctores, el joven se había tomado una pastillita de sildenafilo (viagra) y lo único que podía hacerse era esperar a que los efectos terminen.

     Por ese día, el muchacho se retiró a la casa, pero con la promesa, por parte de la familia, de tener mayor cuidado de no dejar pastillas a su alcance.

martes, 7 de febrero de 2012

La subasta

     Hay un refrán muy popular que dice "La primera impresión es lo que importa", pero... sólo espero que no sea tan así.  
      Era el mes de Septiembre y las autoridades de primaria habían cambiado.  El director había emigrado hacia otra región para continuar con su trabajo.   Asumió la dirección el segundo de este y cómo vice, una mujer que se encontraba trabajando en la sección secundaria y a la cual, no todos conocían.
   Nadie sabía cuándo iba a aparecer Ruba, la flamante vicedirectora, pero la escuela siguió funcionando normalmente.
   Se venía trabajando con billetes desde hacía algunos días y para poner motivar aún más el trabajo con estos, se pensó en hacer una subasta.  Los objetos para subastar eran golosinas y frutas y el rol subastador estaría a cargo del docente, que se disfrazaría para dicha ocasión.
     Los niños, la mercancía, el martillero, el martillo de madera, todo estaba listo para empezar.  Y empezó, con un golpeteo timorato de martillo. 
      Cuando se realiza alguna actividad de descarga, ésta puede aumentar en su intensidad paulatinamente.  Así es como de un martilleo suave se pasó a un golpeteo muy fuerte sobre una de las mesas.  Tan fuerte, que podía ser escuchado desde varios lugares, incluso dirección.
      Era su primer día en la escuela y  un ruido  interrumpía la tranquilidad de la institución. Subió las escaleras y lentamente abrió la puerta, sin saber qué iba a encontrarse, pues el sonido era tremebundo.  Cuando el "loco del martillo" se dio vuelta, se percató  de la presencia femenina que lo estaba observando.  Así como abrió la puerta,  la cerró.
      Sonó el timbre del recreo y todos niños salieron con la adquisición de la subasta.  El docente se dirigió a la dirección y se encontró con la señora rubia que había entrado al aula. 
       Luego de las presentaciones pertinentes y de tomar un poco de confianza, Ruba confesó que se había asustado cuando entró al aula y que lo único que atinó a realizar, es volver a cerrar la puerta muy lentamente, para que "el loco del martillo" no se percate de su presencia.
      En general, la gente se siente cómoda con ese docente, pero Ruba siempre denotó un aire "temeroso" cuando estaba junto a él.

lunes, 6 de febrero de 2012

¿Diez con cincuenta sobre diez?

   En todos los niveles prima la evaluación. En general, esta representación del nivel alcanzado está simbolizada con números del uno al diez, siendo la última la valoración más alta.
     En primaria, según lo dictaminado por el autoridades de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, hay contenidos que el alumnado debe poseer para acreditarse al siguiente año.  Algunos de ellos son muy complejos para su edad, pues su desarrollo cognitivo no está del todo desarrollado (No soy adepto de que cualquier cosa se puede aprender a cualquier edad. Pero, cualquier edad es ideal para aprender).
      Era un contenido muy complejo y largo de Ciencias Naturales.  Uno de los criterios de evaluación, estaba determinado por un escrito, que constaba con varias preguntas en su haber.  Dado que era muy difícil abordar cada uno de los temas en el escrito, se optó dejar un tema para desarrollar a elección del alumnado.  Esta valdría cincuenta centésimos, pero cómo ya había sido estipulada la puntación, se agregarían a la nota final.
    Una vez terminada la corrección de la evaluación, una de éstas daba como puntaje diez con cincuenta (es imposible, pero es interesante lo que ocurrió), pues había confeccionado todo de manera perfecta y había desarrollado un tema, también de la misma forma.
     Cuando se entregaron las evaluaciones, Roriel no entendía nada, pues la nota es hasta diez, pero había superado esa marca.  Preguntaba y repreguntaba pero la respuesta le era insatisfactoria.
     Hasta el día de hoy, dos alumnos obtuvieron esa nota y a los dos les costó "comprender"  el valor fuera de lo que fríamente estipulaba. 

domingo, 5 de febrero de 2012

¿No viven en la escuela?

      Una de las fantasías comunes en los niños pequeños, es que sus maestros viven en la escuela las veinticuatro horas del día,  No pueden imaginarse haciendo una vida "normal" (¿golperar ancianas no es normal?).  Muchas veces, quedan atónitos al ver a su maestro fuera de la escuela, paseando, comprando o cualquier actividad cotidiana. 
      Cierto día, un docente  iba caminando  y se encuentra con Saiba , alumna de primer año de la primaria y su madre.   La niña, pese a que era de hablar en demasía y ser muy simpática, no emitió vocablo alguno y se remitió a mirar de manera extraña al docente.

     Al otro día, la niña no mencionó nada del casual encuentro. Cuando el maestro preguntó a la niña sobre lo que ocurrió el día anterior, ésta manifestó que se había encontrado con un señor parecido a su maestro, pero que no era él.  Jamás pudo asociar a su maestro con ese "personaje" que se toparon por la calle.

sábado, 4 de febrero de 2012

El encuentro.

     A veces, los niños son tan sinceros, que sus comentarios pueden ser demasiado duros. Ni hablar, cuando se trata de emitir una opinión sobre algún referente como sus familiares, profesores, entrenadores, etc.
   Ludus siempre acompañaba a su mamá cuando realizaba las compras.  Como vivía muy cerca de la casa de su maestro de segundo, era común encontrárselo por la calle.
    El día era inmejorable para pasear.  Liby y Groner paseaban por Olivos para dispersarse de un día agotador. Groner era el maestro de Ludus. A medio paseo, se toparon con Ludus y su mamá, permitiendo que conversaran de algunas "pavadas".
     Al día siguiente, en la escuela, Ludus y Groner volvieron a compartir un espacio.   Ludus, tratando de destacarse, manifesta que se había encontrado al profesor y su novia. Y para completar ...- Y es muy muy feaaaaaa.  
     Pasaron tres meses y aconteció la misma situación callejera, pero con uno de los actores cambiados.  La novia de Groner, ahora era Solys.  La actitud de Ludus cambió radicalmente.  Frente a la pasividad y verguenza del primer encuentro con su docente, la desfachatez y el histronismo irrumpieron en el segundo. 
     La actitud "banana" del infante fue bastante irritante, siendo alimentada por la personalidad de Solys, que  se mofaba de la situación.
     Al otro día, Ludus manifestó sin ningún tabú, que le había  encantado  la chica y que quería volver a verla.  El niño estaba totalmente seguro que Solys se había enamorado de él y así lo hizo sentir al docente hasta fin de año.
Moraleja:  No salgas nunca por el barrio donde trabajas.

viernes, 3 de febrero de 2012

¡Qué buena campera!

    Hace varios años, el clima de Buenos Aires viene cambiando.  El clima templado fue cediendo espacio al subtropical.  Este se caracteriza por temperaturas altas y cuando es húmedo, lluvias de importante tenor.    Las lluvias pueden irrumpir de la nada y modificar la temparatura o no, del lugar.
    Aquella madrugada, el cielo estaba totalmente despejado. La temperatura era más que agradable, así que se partió a trabajar con ropa de poco abrigo.   La mañana siguió siendo muy agradable y nada hacía sospechar de algún cambio.
     Pero a las doce, el viento cambió  y unas nubes de un color gris muy oscuro se apoderaron del cielo. Pasaron cinco minutos y una cortina de agua arreció sobre la localidad.  La temperatura bajó bruscamente y comenzó a sentirse el frío.
      Los niños fueron retirados con sus padres y sólo quedaban algunos rezagados.  Los docentes se podían retirar, salvo el que estaba de turno. El problema para irse, era la falta de protección contra la lluvia y contra el frío.
      Para la lluvia, rápidamente encontró solución.  Recordó que en su "armario mágico" (Denominado así por una alumna porque siempre había algo que solucionaba un problema) había un paraguas con dibujos infantiles que había encontrado por la calle (Sí, agarro cualquier cosa por la calle, ¿y qué?) y estaba un ¿poco? deteriorado.
     Faltaba resolver el tema del frío.  La portera, apiadándose del pobre muchacho, buscó en un canasto de ropa perdida de hacía varios años y jamás reclamada.  Al revolver, quedaban solamente pantalones y una campera inflable de color rosa y talle muy pequeño. La dificultad del frío estaba parcialmente resuelta.
    Se veía a doscientos metros una "cosa" rosa con un paraguas maltrecho, que caminaba por el barrio.  Muchos se asustaban al toparse con ese ser, pues llamaba la atención que la campera rosa le llegaba hasta el antebrazo y el paraguas, a duras penas podía tapar algunas gotas.
    No importó nada, pues gracias a esos dos objetos, pudo llegar "calentito" y "seco" a su otro trabajo. Eso sí, cosechó admiradores en algunos pobladores del barrio.

jueves, 2 de febrero de 2012

Gente que busca gente...

     Cuando una situación que no es buena se repite año tras año, generando cierto rechazo y ocupación por cambiarla, es mucho más positivo que cuando no produce "nada" y deviene la apatía.
     Lumus había repetido la misma conducta desde hacía mucho tiempo. Cuando se percató que algo estaba mal, comenzó a buscar soluciones de manera infructuosa.  La reflexión lo llevó a buscar etapas en las cuales se sentía contenido y fundamentalmente, valorado. 
     Comenzó el rastreo de las personas que le brindaron contención y ubicó dónde vivía uno de esos sujetos.  Tocó el timbre y cuando abrieron,  aclarando quién era, manifestó textualmente: -"Necesito ayuda".
    Obviamente, la aparición repentina causó sorpresa y frente a una necesidad, se intentó brindarle la ayuda que anhelaba.  Se conversó con la familia y en parte, se pudo resolver la situación apremiante para el joven.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La bicicleta mágica.

     La bicleta, elemento muy utilizado por distintos sujetos, debido a las bondades que brinda este medio.  Mejora el estado físico, por ende la salud.  También es un medio de transporte económico y ecológico.
    Todas las mañanas, Gruner utilizaba su bicicleta para transportarse de un lugar a otro. La bicicleta se la había ¿prestado? su hermana. Obviamente, esa bicicleta era de características acordes al género femenino (color y forma), pero eso parecía importarle muy poco, mientras lo traslade de un lugar a otro.
     Con su guardapolvo blanco, cumplía el mismo ritual todas las mañana, se bajaba de su bici, la dejaba atada con un candado en un poste de luz y se subía al tren (podía llevar la bici en el tren, pero quería caminar).
     Una mañana, realizó el ritual cotidiano y se fue a la escuela.  Al mediodía, tomó el tren y se bajó en la misma estación Mitre.  Caminó unos metros y descubrió que la bicicleta no estaba atada.
    Pensó que se la habían  robado, mirando para todos lados, puso cara de malo (lo mismo le pasa al que le roban el auto, mira para todos lados para ver si lo ve, como si el vehículo hubiese sido robado hace unos instantes).   Mientras regresaba a su hogar, habrá visto trescientos dieciocho veces su bicicleta, siendo utilizada por otra persona.   Cada vez que alucinaba con su vehículo, ponía su poco habitual cara de matón (como si intimidace a alguien).
     Una semana antes, su hermana le había profetizado que se la iban a robar si la dejaba ahí, pero hizo caso omiso tratándola de loca.
     Para no quedar expuesto frente a su pariente, pensó excusas cómo:  La doné (¿quién se puede enojar con alguien generoso?) o me atropellaron (¿quién se puede enojar con un accidentado?).
      Decidió contar la verdar porque era una pavada sostener una mentira así que cuando su hermana lo escuchó, comenzó a esgrimir una serie de improperios inJUSTOS.
      Los diás siguieron corriendo y el trayecto antes realizado con bicicleta, ahora era realizado a pie. 
     A la semana, ocurrió algo totalmente inesperado. Cuando se bajó del tren y caminó hacia su casa, se encontró con la bicicleta atada en el mismo lugar que lo había hecho cuando la dejó.  Pensó que no podía ser tan idiota de no haberla visto, pero era totalmente imposible (en él ser idiota es factible).
     Miró a su alrededor y se percató que había un señor que lo miraba riendo.    Se acercó a Gruner y le dijo que había dejado la bici sin el candado puesto y cómo lo veía pasar todos los días, decidió guardarla para que nadie se la robe ya.    No la había podido entregar antes, pues había enfermado esa semana.  A Gruner  le parecía raro  que se roben esa bicicleta, era realmente muy fea.
     En vez de regresar a su casa, se fue para el hogar de su hermana y le mostró la bicicleta.  Su hermana se sintió culpable por lo manifestado anteriormente (Gruner le contó las cosas por la mitad y la otra mitad, de manera distorcionada) y en compensación, le compró chocolates.
      Nunca más dejó la bicicleta atada ahí.  Recalco ahí, porque en otra oportunidad, quedó atada en cierto lugar y estuvo más de una semana allí, porque no recordaba dónde la había dejado.

  

La mentira "con" patas cortas.

     Se dice que la mentira tiene patas cortas, pero este dicho cobra  mayor fuerza, cuando la falacia se disfraza en una pequeña niña de seis/siete años.
     Luna era muy despierta, simpática, agraciada, bonita (los caballeros del grupo enseguida quedaron obnubilados por su exterior) y siempre llamaba la atención.
     En los recreos, salía con su grupete de amigas a saltar la soga, y a mitad del juego, buscaba con su mirada para ver si su maestro la estaba "vigilando/mirando".  Si este no se encontraba (un recreo estaba a cargo de un grupo de docentes y en el otro descansaban en sala de maestros) iba a buscarlo a sala de maestros.  Una vez allí, esperaba que alguien abra la puerta y buscaba con la mirada para ver si encontraba al educador.
    Cada vez que salía a preguntar qué pasaba, la nena manifestaba alguna dolencia como el estómago, el brazo, el cuello, incluso pelos del brazo.
     Un día, vino Elina con una tarjetita, confeccionada con mucho amor para regalarle a su maestro. Cómo estaban en pleno proceso de la adquisición de la lectoescritura, era una tarjeta que cobraba mayor trascendencia.  Luna, también quería regalar una tarjeta, y tomó una de Winnie de Pooh, que según la niña, fue pintada por la mamá.  Se le preguntó si la mamá vivía en China, porque la misma tenía la leyenda "Made in China".
     Cierta vez, una compeñerita comentó que iba a tener un hermanito.  Parece que la idea molestó a Luna, que por no ser menos, también contó que su mamá iba a tener un bebé.  A los dos días, vino la mamá a buscar a la nena y obviamente recibió la felicitación pertinente, pero... jamás estuvo presente tal acontecimiento.
     En varias ocasiones, generaba confusión en los varones, manifestando dichos que otros niños no habían realizado, generando conflictos entre ellos.
      A veces comentaba a sus compañeritas que el docente iba siempre a la casa de ella a comer.  Cuando preguntaban al maestro, se percataban del ardid.
     Una vez, tomó un álbum de figuritas y se lo puso en la mochila a una compañera.  Cuando el dueño encontró el mismo, culpó a la otra niña por "habérselo robado".
     A medida que fue madurando y cobrando mayor confianza, estas fueron desapareciendo.

El agua milagrosa

     El agua, del latín aqua, sustancia vital. Está tan vinculada con la vida, que los científicos enviaron una sonda a Marte, para buscar algún vestigio e hipotetizar sobre la vida extraterrestre.
    Cuenta con gran cantidad de propiedades, incluso las esotéricas nutren ese listado.  Obviamente sin la aprobación de la comunidad científica.  
     Entre las características esotéricas, podemos mencionar al agua purificadora, la que brinda la juventud eterna, la curativa, etc.
     Sin proponérselos, muchos docentes utilizan el agua, como si tuviera propiedades curativas.   Cuando un niño se lastima, automáticamente se va a mojar.  Cuando el líquido entra en contacto con la piel, el dolor empieza a mermar permitiendo que el niño siga jugando.
    En realidad, lo que ocurre es que a medida que pasa el tiempo el dolor va disminuyendo, en parte, porque el cuerpo libera endorfinas que dan la sensación de placer (¿Será por eso que los Emos se cortaban?  ¿Aún hay Emos?).
     Pero volviendo al tema del agua, basta que el adulto le preste un poco de atención al niño, utilice el "agua mágica" y listo, c`est fini, niño mágicamente curado  para seguir jugando.