lunes, 17 de diciembre de 2012

Todo tiempo pasado fue mejor

     "Todo tiempo pasado fue mejor". Esta frase inmortalizada por distintas generaciones que cuando llegan a cierta edad, y realizando comparaciones poco objetivas, la manifiestan sin vergüenza.
     En general, nadie que la escucha la discute, pues se manifiesta cuando se encuentra presente, un sujeto que jamás transitó en el período de tiempo a que se hace alusión.
      Indefectiblemente surge el cuestionamiento sobre la veracidad de esta frase. ¿Es tan así?    
      Lo real, para cada sujeto puede ser muy distinto. Sin embargo, pese a que puede haber diferencias realmente significativas, esta realidad es veraz.  El problema radica, que cada pensamiento o perspectiva, esta viciada y condicionada por la historicidad del sujeto. 
      Cuando se produce algún acontecimiento, a medida que pasa el tiempo, actúa un mecanismo represivo, quedando resaltado lo positivo y lentamente, "va desapareciendo" lo malo. 
     Un claro ejemplo es el primer beso. El ser humano difícilmente pueda olvidarlo (no significa que no lo haga). La imagen que se tiene es mayúscula, pues está impregnado con una pátina ansiógena, mezclada con la adrenalina de la situación.  Es muy probable, que técnicamente haya sido un desastre, pero la emoción y todo lo que involucra, genera una magnificación de lo realizado.
    Personalmente, recuerdo de manera muy vívida, fuerte e intensa la experiencia del primer beso, acontecida cuando tenía no más de cinco años (muy pequeño, sí, pero se contará en otra ocasión). Es muy probable, que haya sido un desastre, pero quedó tan marcado que el recuerdo "bonito" (¡Qué palabra pedorra para esto!) que pasaron muchos años y éste, aún perdura y perdurará a través de los años (el recuerdo de la situación, porque la niña mejor no verla).


     

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