miércoles, 25 de abril de 2012

El muñeco equivocado.

   La expresión artística es un área fundamental en la escuela primaria.  Ésta área se encuentra dividida en música y dibujo.  Allí, el alumno puede sublimar las distintas pulsiones para construir con fines socialmente aceptados. 
    La semana anterior habían construido muñecos con papeles, cartones, etc.  La diversidad de tamaños y calidad era notoria, encontrándose producciones muy buenas.  En otros muñecos era difícil reconocer qué había imaginado el niño.
    La profesora se llevó las producciones a su casa, para poder fotografiarlos y "subirlos" en un blog de la escuela.  Una vez fotografiado todos los muñecos, los acumuló en dos bolsas y los llevó a la escuela  y se los entregó a Gruner para ser devuelto a los niños.
    Gruner esperó a que se encuentre Liam para entregar los muñecos de los niños.  Cuando la docente de arte llegó al curso, el maestro buscó la bolsa y comenzó a sacar los distintos muñecos preguntando de quién era.  
     Al principio, miraba el muñeco y buscaba una reacción por parte del alumnado para entregar el muñeco.  Como los niños estaban muy atentos, se remitía a introducir su mano en la bolsa y sin mirar, mostraba la obra de arte.
      Para agilizar aún más el "trámite" apuró la marcha y comenzó a sacar muñecos, hasta que de pronto, unas carcajadas interrumpieron su entrega.
      Al mirar al alumnado, se percató que todo el mundo se reía y supuso que era por la fealdad de algún producto.  Cuando prestó mayor atención a lo que había sacado de la bolsa, comprendió el porqué de las risas.  
       La profesora, al ver lo que había retirado Gruner, con vergüenza se lo quitó de las manos y le dijo: - Qué hacés atorrante?, mirá lo que sacaste, te voy a matar.  
      Gruner, a pesar de tener antecedentes de hacer demasiadas pavadas, esta vez era inocente porque jamás pensó que lo que había sacado, eran las toallitas femeninas de las profesora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario