sábado, 17 de marzo de 2012

El cuerpo se levanta y la mente sigue durmiendo.

   "El sueño es el guardián del dormir", esta afirmación fue realizada por Freud.  Vaya que si es cierto, pues muchas veces, estímulos del exterior fueron absorbidos por el sueño para seguir plácidamente durmiendo.
   En cierta ocasión, el despertador sonó y según lo que pudo recordar  Grimen (cuando uno se despierta, olvida rápido lo que soñó), había soñado que el sonido del despertador, era el timbre del recreo en la escuela donde trabajaba.   Obviamente, ese día llegó tarde...
    A veces, el dormir es tan intenso que nos despertamos, pero no hay conciencia de los actos.

     Esa noche se había acostado muy tarde y debía levantarse muy temprano para ir a trabajar en su colegio.  El despertador sonó como todos los días hábiles y el cuerpo  se levantó de la cama, pero su mente seguía acostada.
     A partir de este momento, todos los sucesos son inferenciales, basado en las evidencias encontradas posteriormente. Apagó el despertador y se dirigió a la cocina, preparó un café con leche y dejó la taza en la heladera.   Luego, se dirigió al cuarto, donde sonaba nuevamente el desperador (suena cada 20 minutos) para llevarlo a la ...heladeraaaa.
     Nuevamente fue al cuarto y se cambió, pero no para ir a trabajar, sino para jugar al fútbol.  Una vez listo, se volvió a meter en la cama para ¿descansar? de lo realizado minutos antes.
     Una hora después, sonó el teléfono de su casa.  Grimen se levantó (ahora cuerpo y mente) y el llamado le comunicó que se había quedado dormido.  Extrañado por la ropa que llevaba puesta, se cambió rápidamente y se fue a trabajar.
    Al volver a su hogar, se encontró para su sorpresa, el despertador y el café en la heladera.  Aún hoy quiere creer que hizo todo dormido y no fue producto de algún duende que viva en esa casa.

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