domingo, 25 de marzo de 2012

Sala de profesores.

    Sala de profesores, otro de los grandes mitos en las escuelas de la Argentina.  Si uno pregunta a sus alumnos, sobre qué ocurre dentro de ese cuarto, las respuestas pueden ser de lo más variadas e insólitas.
    Cuando era niño, el imaginario planteaba un lugar oscuro y prohibido, donde nadie sin autorización debía entrar.  
    Luego, siendo ya docente, el espacio estaba determinado por el directivo y el cuerpo docente.  En general, era un espacio utilizado para corregir, sentarse a conversar (antes fumar también, aunque ahora está prohibido), vender productos, etc.
    Entre los productos ofrecidos, muchas veces es el de la ropa interior. Dado que la población, es mayoritariamente femenina, las prendas son también para el mismo género.  Ahí es cuando los maestros masculinos comienzan a comprender al género femenino y su "dimensión desconocida".
   Inocentemente, uno de mis alumnos, me hizo descubrir estas fantasías que tienen. Éste, imaginaba a todos los docentes, fumando cigarrillos como un escuerzo (hace años que ya nadie fuma en las salas de maestros, salvo casos excepcionales), bailando arriba de las mesas y degustando manjares propios de un festín del rey de la época de Luis XIV.

   No era el único que tenía esa fantasía. A muchos les ocurre lo mismo y pese a que a medida que pasa el tiempo, la fantasía festiva se va desvaneciendo, es notorio como en primaria (donde todo se magnifica), es una idea muy latente.
    Si en alguna escuela de la Argentina, en sala de maestros se arman fiestas, sirven manjares exóticos o hay un "bikini open", por favor avisenme que me voy a trabajar allí. 

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