martes, 29 de mayo de 2012

El campeón de ajedrez.

    La variedad de seres humanos es tan notoria, que encontramos sujetos totalmente apáticos, que no participan en nada, aunque los estimules. En cambio, otras personas se inscriben y participan sin tanta insistencia por parte de un otro.  Particularmente, prefiero  este tipo de personalidades, pues siempre están predispuestas a toda propuesta, "haciéndose más fácil" compartir un tiempo y espacio con ellos. (Debe ser porque me identifico con este tipo de personas, jaja)
    Gromer estaba en quinto año del colegio secundario, actualmente es el sexto del nuevo sistema y comenzaban los torneos bonaerenses, de la mano de un gobernador de dudosa reputación.   Los jóvenes se anotaban en distintos deportes y competían con sus colegios por un lugar en las finales.  
    Voley, fútbol, basquet, etc.,  toda disciplina que abría la inscripción, Gromer se anotaba. No importaba cuál,   su nombre siempre aparecía en el listado.
     En los deportes clásicos, la cantidad de alumno era superior a lo que correspondía y los profesores realizaban una preselección.  Hasta que llegó ajedrez... Nadie en toda la escuela se anotó en dicha disciplina, salvo Gromer.  Esto le permitió acceder a la instancia siguiente en el partido donde se ubicaba su escuela, conociendo muy poco sobre el juego.   Según lo expresado por su docente, en un mes sería la segunda parte del torneo.  
    Pasó el tiempo y Gromer se consagró campeón de ajedrez de su partido. Dado que tampoco se había anotado nadie en todo el partido, Gromer salió primero sin jugar un solo partido.  El concurso... el concurso se suspendió  por la poca cantidad de gente que se inscribió.  

    



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