jueves, 24 de mayo de 2012

¡Qué poca atención!

      El TDA-h es un sindrome que se caracteriza por el poco nivel atencional, la impulsividad y la hiperactividad entre otros síntomas.  En el niño, este déficit atencional es muy llamativo y se "cataloga", en general, como un niño con dificultades.
     En el adulto es más difícil observarlo, pues algunos diques de la infancia o estrategias para acomodarse en la sociedad, inhiben las conductas hiperactivas e impulsivas, aunque no siempre se logra.
     La atención sostenida de Grenan era muy baja.  Nunca se lo habían manifestado, pero no puede mantener su concentración sobre cierta acción durante mucho tiempo, pues se "aburre".  También presenta dificultad en la atención selectiva, en la que ésta, no puede discriminar todos los estímulos que acontecen alrededor.  Le presta atención hasta los pajaritos que vuelan a su lado.  Lo que encuentra en un nivel normal, es su atención dividida, ya que puede ampliar, desarrollar u opinar sobre dos sucesos en simultaneo, inhibiendo uno de sus pensamientos, para luego retomarlo cuando quiera.
    La impulsividad, es la acción de cometer actos totalmente fuera de toda convención social, sin tener en cuenta las consecuencias.  Sumado a la hiperactividad genera un especimen denominado "hinchapelotum".
   Si bien no puede "desterrarse" el TDA- h se puede abordar con ciertas estrategias y pautas puntuales:
* Explorar distintos tipos de artes, como música, escultura, escritura, etc.
* Concretizar todo lo que piensa. Si desarrolla alguna idea, vehiculizarla de alguna manera para que cobre luz.
* Desarrollar el autoconocimiento. Para anticipar conductas indeseadas como comentarios, gestos, movimientos desubicados.
* Organizar al máximo posible todas las ideas que surjan.
* Anotar todo lo que va surgiendo, sin importar que sean cuestiones insignificantes.
Continuará...


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