miércoles, 4 de enero de 2012

El por qué de una novela.

       Siempre que tuve una presentación del libro me preguntaron el por qué lo escribí.  Y siempre contesto lo mismo:  "En un primer grado, leíamos cuentos pero no les gustaban mucho. Así que les terminé escribiendo esa novela, en la que ellos, mis alumnos, eran los protagonistas".
     En realidad, esta anécdota está incompleta dado que no solamente lo escribí porque los textos leídos no satisfacían sus ansias de desarrollar la lectura, sino en agradecimiento.
     Muchas veces acontecen situaciones que el ser humano no está preparado y pueden calar muy hondo en su persona.  También, cada sujeto tiene distintas características (me gustaría usar el término herramientas) para afrontarlas.  A veces, el medio externo, con unas simples palabras o gestos puede lograr que afrontemos esas situaciones de mejor manera. 
     Este grupo de primero (no fue el único), ayudó mucho a sobrellevar una situación triste, en la que me encontraba en dicho momento.
    Un gesto, unas palabras o cualquier manifestación por parte de un Otro, que a priori, pueda parecer "simple", puede ayudar y mucho a una persona que no se encuentre emocionalmente bien.
     No todos los que leyeron el libro, se percataron que la escritura es diferente a lo largo de los capítulos.  Esto es así, porque la parte que fue escrita para ese grupo de primer año, era insuficiente para lo que pretendía una editorial.   Transcurrieron tres años para ser reescrita y llegar a la cantidad de capítulos con los que actualmente está editada.   (Adivinen qué capítulos son de la primera parte)
     Como he manifestado con antelación, aún tengo "cuentas pendientes", aunque no siempre se enteran, que aparecen en alguna "creación", del eterno agradecido.

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