sábado, 7 de enero de 2012

Elina y las ¿habichuelas?

    No hay nada más lindo para un alumno, sentirse importante dentro del grupo, grado o año al que pertenece.  Vuelvo a destacar la palabra sentirse, porque todos constituímos un holón y sin el aporte de cada integrante, sería un grupo totalmente distinto.  El grupo que se conforma, siempre va a ser mejor, y todos fuimos partícipes del mismo  (De ahí la frase "El mejor grado es el nuestro"¿Quién no la pensó alguna vez?).
    Elina era una niña muy dulce y con una capacidad de sorpresa demasiado llamativa.   Era muy fácil tener empatía con dicha niña, porque además de las características que poseía, "festejaba" todas las pavadas que hacía su maestro.
    Cierto día, se encontraba trabajando con sus compañeritos de primer año(o grado del viejo sistema), en la construcción de una maceta con los clásicos porotos, garbanzos y otras semillas no tan convencionales.  Todo esto para observar el crecimiento y desarrollo de otros seres vivos distinto a los seres humanos (Sí, yo también tengo un amigo que es un potus. Pero no, no es considerado un vegetal).
    Una vez terminado, los niños partieron al recreo y el maestro no tuvo mejor idea, que jugarle una broma a Elina.   Tomó un palito que encontró por el patio y lo ubico en la macetita de la infante.
     Cuando regresaron los niños, la cara de fascinación de todos fue mayúscula.  Todos se habían percatado que sus sentidos los estaban engañando, porque era imposible que una planta crezca tan rápido.  Pero ahí estabala semilla sola, y en un par de minutos,  creció más que lo que sus ideas previas habían especulado.
    Entre las hipótesis que manifestaron fueron las siguientes:
  • Elina trajo una sustancia de la casa.
  • Las semillas eran como las del cuento de "Juan y las habichuelas".
  • Las demás semillas estaban falladas.
  • La niña le habló a las semillas.
  • Le pusieron una jeringa a las semillas.
  • La pico un mosquito y se agrandó (???????????????). (El nene relacionó la picadura del mosquito con que la semilla esa se hinchó)
  • Usó magia (Estábamos leyendo una novela sobre magos, hechiceras y princesas)
    Nadie dudó de Elina (que cambió la maceta) o que haya sido el maestro  el que haya puesto la planta ahí (qué ilusos).  Al final, se les contó lo que había ocurrido, para romper la fantasía generada por unos instantes.

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