miércoles, 4 de enero de 2012

Los celos te pueden superar...

     Hace mucho tiempo, era muy común regalar a su maestro, una manzana que ubicaba estratégicamente en su escritorio.  Hoy no es tan frecuente, pero se pudo observar en una escuela, que algunos niños trajeron insectos, sandwich de milanesa (Sí, pero será narrada más adelante), calcomanías, caracoles (que estuvieron previamente en la heladera) e incluso, un pajarito muerto.
      Cierto día, una alumna regaló un calco (lamentablemente, se está usando mucho la palabra stikers para reemplazar esta palabra) para decorar su cuaderno de notas (¿Para hacerlas más bonitas?).
      El docente agradeció el dulce presente y le manifestó que a partir de ese momento, el cuaderno quedaría mucho más bonito.
     Pasaron los días, y otra niña también le regaló un adhesivo para pegar en esa libreta.  Quedaba poco masculino, pero la misma gozaba de tan mal aspecto, que un toque femenino no le venía mal.
      Cuando la primera niña vio que tenía una calcomanía nueva, su cara se transformó y comenzó a levantar su tono de voz.  
-  Pero quién te pegó esto ahí.  No puede ser, si yo te regalé una ya. (...)  - acotaba la niña.
    El maestro miraba sin entender nada.  La niña se enfurecía más y más. El docente  intentó dar una explicación pero no sabía porqué, qué, ni cómo (todavía piensa igual). También, la compañerita que regaló el calco esbozó una justificación, pero fue en vano.    Luego de algunos minutos de convesar con la joven, esta se fue a sentar ofendida por la situación que le hizo vivir su maestro ruin, desagradecido e infiel (¿¿¿¿¿?????????).


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