miércoles, 22 de febrero de 2012

Dimitriv Popov

     Un recurso poco utilizado pero muy efectivo para la motivación de una clase, es cuando el docente se disfraza de algún personaje, para desarrollar un contenido.
     Este docente le gustaba disfrazarse (No, no es travesti) y entre los personajes que había creado, su preferido era Dimitriv Popov.
     La primera vez que lo utilizó, fue cuando estaba realizando sus residencias en una escuela, donde la práctica docente era dicícil de afrontar. 
     Ese día había faltado la docente de quinto y sexto, por ende, la directora repartió a los niños en los distintos cursos.  El maestro, se encontraba en tercero preparando todo para la clase.  El contenido era "productos elaborados" y para motivar al grupo a realizar las propuestas, decidió darle vida al desconocido mago ruso, Dimitriv. 
    Grengor no esperaba encontrarse con un auditorio tan extenso y de edad tan variada (los niños de sexto, algunos tenían 14 años). Si lo hubiese sabido, era probable que suspenda la clase, pues la suposición llevaría a pensar que un mago ruso no era atractivo para niños tan grandes.
     Dimitriv era un mago que era un desastre, pues no le salía un solo truco y siempre recibía silbidos de desaprobación.  Aunque hubo un truco, en el que cortó y separó la cabeza de un niño, que recibió una abalancha de aplausos, incluso el difícil público adolescente.
    Usando trucos falibles, quería demostrar que la magia no existe, y que muchos productos que utilizamos, llevan un proceso de elaboración considerable.
     Faltaba el último truco y la frustración era tal, que jamás pensaron que lo que verían cambiaría sus vidas (hay que darle emoción).  Una caja de zapatos fue ubicada en el piso, se la abrió y se le pidió a una niña que le ponga harina.  Se la cerró y  tapó con una sábana para luego realizar la danza de Pagada  (Es la danza de la pavada, pero si les decía pavada, perdía el misticismo).  Luego, se sacó la sábana y mientras todos esperaban que el truco fracasara nuevamente, cuando abrió la caja, salió una flauta de pan francés.

      Todos miraban atónitos  (incluso la maestra titular que estaba más copada que los niños) y no entendían cómo el maestro ese,  hizo magia cuando  realizaba fracaso tras fracaso.
      Dimitriv hizo reapariciones, pero como toda huella mnémica (recuerdos de un pasado), ¿todo tiempo pasado fue mejor?
    
    

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