domingo, 12 de febrero de 2012

¿Qué te pasó en la cara?

    Cuesta creer, pero a la gente le extraña ver por la calle, a un sujeto con una sonrisa de oreja a oreja. Parece que todos vamos deambulando como zombies (entonces eran ciertas las películas Resident Evil y 28 días) sin importar lo que acontece a nuestro alrededor.
    Hacía poco que  se había incorporado al colegio y para no perder la costumbre, irrumpía en la institución con una sonrisa enorme.  Gran cantidad de músculos faciales se movían para mover semejantes labios de inconmensurable volumen.
    Cierto día, una niña de su escuela vio ese rostro iluminado por la sonrisa y le llamó la atención.  Se acercó y tras observarla un rato pronunciado, tomó valor y le preguntó:
- ¿Qué te pasó en la cara?
-   ¿Dónde? - Preguntó la maestra.
- ¿El viento te estiró la cara?
-  ¿? - No llegó a comprender lo que la niña quería saber y se remitió a mirarla.
    La niña quedó callada mirando la luz que cada vez era más intensa. La docente, se percató que a la niña le había llamado la atención, era la sonrisa.  Parecería, que en el espectro dónde pulula la niña, los adultos no tienen permitido reírse.
     Más triste aún, cuando ésta docente no era la de primer año, pues la niña ya contaba con una historia escolar importante.


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