viernes, 8 de junio de 2012

El peor sentimiento: la apatía.

   La apatía,  sentimiento poco nombrado por las personas pero dentro de los indeseables, es el peor de todos.  Obviamente, esta es una visión subjetiva, pero llevándolo a lo concreto, genera mucho dolor en el narcisismo de cada sujeto (el amor a sí mismo, fundamental para el ser humano)
    Pero la apatía se da cuando una persona  no representa nada en el Otro y esto se vincula con la no existencia del ser, generador de ansiedad (angustia) en el Hombre (es genérico). 
     Si el otro no existe, tampoco se puede amar u odiar, por ende, siendo muy duro y absurdo, el sujeto pasa a ser una cosa inerte.
     Le sucede a muchos sujetos, que cuando no pueden vincularse de una manera que ellos desean y van cayendo lentamente en la apatía, intentan relacionarse, en un intento desesperado, por medio del instinto de muerte,  de la destrucción (no leerse literal), del odio.  Para exponerlo con una frase sería "como no existo para vos, te hago la vida imposible así me prestás atención de alguna manera".
    Grem era un niño más de su grado y estaba "enamorado" de Hia, la niña más bonita de todo el colegio (totalmente subjetivo, jaja). A esa edad, los niños se fijan en cuestiones más superficiales como el color de pelo, ojos y aspecto físico (gordo, flaco, etc. Hia no conocía de la existencia de Grem. En realidad, conocía de su existencia, pero jamás se iba a acercar al niño para entablar un diálogo. Cada vez que se acercaba, de manera poco ortodoxa, simplemente lo ignoraba.
    El dolor intenso sufrido, movilizó sentimientos defensivos como la bronca, siendo la niña una chica totalmente inocente, pues nadie está obligado a querer a nadie ni prestarle atención.  Día a día, el cariño hacia la niña se fue diluyendo y para transformar la apatía de la niña, en otro sentimiento lejano a la inexistencia de un ser llamado Grem, comenzó a pelearla y molestarla. Eso ayudó a que el nivel de ansiedad baje y pueda sobrellevar que la niña que había movilizado su corazón, le preste atención de alguna manera, aunque el costo sea el odio.  Pero como se afirmó antes, es preferible que sienta algo (odio) a que seas algo inerte para un Otro.

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