Lamentablemente, los celos son sentimientos que no pueden controlarse ni abordarse fácilmente. Todos los seres humanos vivenciaron este sentimiento, en mayor y menor medida, pues hay que ser una "planta" o sentirse siempre incluído en todas las situaciones de vida.
Nadie se siente orgulloso de sentir celos y muchas veces los esconde, porque piensa que puede ser juzgado de manera dura. La mejor manera de manejar los celos, es tratando de poner en palabras los sentimientos que van surgiendo a medida que acontecen.
Los celos no son exclusivamente a nivel pareja, sino que se pueden generar con amigos, familia u otros sujetos. Hay que diferenciarlos de la envidia, pues esta última está emparentada con las cualidades de un sujeto.
Entre las distintas situaciones de celos, muchas personalidades lo acentúan (porque lo disfrutan) y otras lo inhiben (conciente o inconcientemente).
Era muy raro que Gremo sienta celos, pero con algunas personas, irrumpía ese sentimiento donde quería "destruir todo"o "pagar con la misma moneda" o "que el otro se de cuenta de la importancia fundamental de uno" (Cuestión imposible jaja) o reacciones de lo más variada:
Gauda se percataba que cada vez que iba a la casa de un amigo de ella, Gremo cambiaba su humor y contestaba de mala manera. En vez de buscar una estrategia para que su pareja no acrecente este sentimiento, manifestaba lo vivenciado generando detalles que aumentaba la bronca del muchacho. Obviamente, la situación terminó siendo insostenible y cuando Gremo planteó el sufrimiento, Gauda intentó "ayudar" en ese instante, pero la situación no cambió nada y el vínculo que los unía, se marchitó lentamente.
Mucho tiempo después, Gremo conoció a Loana. Su belleza no radicaba en su carcasa, sino una personalidad muy atrayente. Era muy facil hablar con ella, no solamente para Gremo, sino para cualquier persona que la conozca. Por consiguiente, siempre había gente hablando con ella o que trataba de compartir un espacio simplemente.
Gremo lentamente se sintió desplazado (totalmente infundado pero los celos nos juegan una mala pasada y nos hace pensar mal), pero lejos de mostrar un fastidio exacerbado, lo conversó con Loana. Esta, lejos de seguir con la misma actitud, ayudó a Gremo con su máxima cualidad: la palabra. El sentirse desplazado fue dejando espacio a la inclusión del muchacho y el nivel de ansiedad bajó.
Los celos pueden ser "ayudados" a manejarse (mientras no sea celotipia) y nadie escapa de ellos. Por eso, la clave está en poner en palabras lo que se siente y que el Otro sea lo suficientemente abierto, para incluir en vez de excluir. (Pero qué sentimiento de mierda, jaja.)
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