"Te parto...", se escuchó de la boca de un pobre muchacho que quiso expresar de alguna manera, lo que generaba en él la imagen de una chica que pasaba cerca. La joven, lejos de frenar su marcha y acercarse al muchacho para agradecerle la frase "tan ocurrente", aumentó la intensidad de su marcha para perderse en el espacio. ¿Alguna mujer habrá parado frente a tal invitación a ser descuartizado?
"Lo violo...", también frase bastante más común de lo que uno cree y no exclusiva de los adolescentes, ni del género masculino. Es factible que la connotación de esta frase, es más movilizante en el que escribe, dadas las vivencias de su entorno, pero desde cualquier perspectiva, esta frase es aberrante bajo cualquier contexto.
La frase no es expresada abiertamente frente a los distintos sujetos, pero es utilizada en un contexto amigable e intentando denotar la atracción hacia un Otro.
Se pueden seguir enumerando infinidad de frases, en las que se quiere expresar cierto "amor" (en todas es coincidentes la mera atracción física y no lo que el que escribe considerea cómo amor) pero se realiza con un tinte violento. Si bien en el acto sexual, una de las tantas expresiones amorosas de los seres humanos, interviene cierto aire de "violencia", dado las distintas pulsiones de vida y muerte, las frases mencionadas, solo conllevan a desarrollar la pulsión de muerte.
El lenguaje es una parte de la cultura de una sociedad y lo expresado con antelación, denota que ésta está cambiando, permitiendo inferir que hay una fuerte tendencia a la autodestrucción. Además, estas frases están asociadas a la obligación (te hago algo sin importarme tu persona) y el amor dista mucho de eso, pues una de sus características más importantes, es la libertad. La pregunta que surge por decantación sería, ¿somos realmente libre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario