La profe de química.

     En psicología del colegial, Freud analiza el cambio que sufre el ex estudiante con respecto a sus profesores de la escuela.  En general, el adolescente, en posr de afianzar su personalidad, realiza actos contrarios a lo que la convención determina.  Luego, el estudiante recuerda a su docente con cierta idealización que perdura a través del tiempo.
     Llegaba la clase de química y el descontrol se adueñaba del aula. Era muy complejo dar clase en esa aula, pero Sol, siempre se mantenía firme para explicar el área que le apasionaba: Química.  Ya era una mujer grande y se había jubilado, pero dada su pasión por la enseñanza, seguía ejerciendo.
      Gresor era uno de sus estudiantes, con varias inseguridades, que intentaba desestabilizar las clases elaboradas de su profesora.  
      Una vez terminado el secundario, Sul convenció a Gresor de ir a visitar a esa profesora de química que habían tenido en el colegio.  Luego de rechazar la propuesta varias veces, Sul pudo convencer a Gresor y fueron juntos a "tomar el té" de la profesora, que rozaba los setenta años.
      Ese día algo cambió, Gresor vio a su profesora desde otro lugar, generando empatía y ternura en su antigua docente.
     Una vez por semana, Gresor iba a la casa de su profesora, para ayudarla con ciertos labores que ella no podía, dada su condición física, pues sus piernas ya no estaban fuertes.  Cada tanto le preguntaba alguna pavada de química a pesar que no era una duda, pues a la docente se le iluminaban sus ojos, cada vez que podía contestar algo del área que amaba. 
     La escena se repitió durante varios meses,  hasta que la físicoquímica de la vida, impidió que se sigan concretando otros encuentros...